sábado, 11 de junio de 2011

Aristóteles: Esa cosa llamada realidad


Aristoteles es el filósofo de lo concreto. Es el primer pensador griego que propone estudiar el mundo que lo rodea de una manera rigurosa y haciendo uso de sus sentidos. Por eso se dice de Aristóteles que es el padre de las ciencias. Sin embargo partiendo este enfoque indaga aquella dimensión opuesta al mundo físico y que él define como Metafísica, disciplina que estudia todo aquello que no se puede conocer a partir de la observación. La metafísica y su objeto de estudio: el ente, la sustancia y Diós, trata de indagar en una dimensión que va más allá de lo físico, la de un mundo intangible que no es captado por los sentidos. A diferencia de Platón, en donde en el mundo sensible solo existen imperfecciones, donde lo real y perfecto no existe en este plano, Aristóteles dice que las cosas son la suma de lo que vemos: “una rosa roja es la síntesis de todas las rosas rojas conocidas”, por lo tanto lo real está en este mundo. La esencia de las cosas esta en este mundo. Platón, por el contrario nunca encuentra en este mundo, el sensible, la rosa roja perfecta, las que existen son copias burdas de una matriz que vive en el mundo intangible, el mundo de la IDEAS.
Para Aristóteles lo esencial de las cosas, que define utilizando el concepto sustancia, se encuentra en estado potencial embrionario y se despliega de acuerdo al contexto en el que se encuentra. Este despliegue de la esencia es definido como SER. La SUSTANCIA es la esencia ousía de las cosas, es el embrión o semilla desde donde se manifestarán los seres. En una semilla tengo la ESENCIA o SUSTANCIAL, y en el futuro árbol que nace de la semilla la manifestación o SER. Los modos del ser que describe julian Marías en su libro constituyen las variaciones del ser de acuerdo a como y donde este se despliega. En otras palabras el ente es la realidad de las cosas, hablar de ser y realidad es lo mismo, una diferencia conceptual muy grande con respecto a Parménides donde el ser es intangible, donde el SER o Realidad no pueden ser captados o percibidos en el mundo que para Parménides pertenece a las apariencias y a lo irreal.